Nunca un fin de semana se me había hecho taaaan laaaaaaaargo. Tengo muchísimas ganas de que llegue el miércoles y ver otra vez al chiquitito. Quiero ver que todo sigue bien, que se mueve, que le late el corazoncito, que su pliegue nucal tiene el grosor que tiene que tener y todas esas cosas. Me imagino que tener miedo es normal, pero la verdad es que yo me alarmo por todo, me preocupo porque no me duelen los pechos, me preocupo porque no voy al baño, me preocupo porque voy, me preocupo si tengo nauseas y pocas ganas de comer, me preocupo si este síntoma se pasa y como mejor, me preocupo si engordo, también si adelgazo... Esto es un sin vivir. Estoy deseando que llegue la semana 12, para preocuparme aunque sea por la mitad de las cosas que me preocupo ahora.
Aunque pueda parecer por mi actitud que no estoy emocionada, quiero que sepas higuito que deseo que dentro de 6 meses no dejes dormir a tus padres, que seas muy comilón y cagón y llorón, y que te quiero conmigo.
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