martes, marzo 01, 2005

Maldigo la espera.

Los pasadizos, la entrada que has de atravesar. Te espero por el derecho, pero no descuido el izquierdo, los minutos vuelan y los segundos pasan lentos como una manada de elefantes, hace ya 3360 segundos que tes espero, tan solo 56 minutos. ¿No habrás llamado mientras estaba en la ducha? ¿O quizás cuando revisaba el correo? Cojo una manzana, la muerdo, si estuvieras aquí, la piel de la manzana serían tus labios. Todos los pies que asoman son tus pies, todos los pantalones tus pantalones, pero ninguno es tu abrigo. Una hora. Toda la tarde sola. Cada vez queda menos manzana, la tengo que alargar hasta que llegues, hasta cambiar una piel por otra. No llegas, maldita espera, malditos profesores, será el cansino ese que os repite siempre lo mismo, o el del curso nuevo. Hace frío para que andes fuera de casa. El cielo pierde su luz y la gana el suelo. LLama por Dios, timbrame. Mi hermano tampoco ha llegado, son las 19.20. Apenas unos bocados. No sé si llamar a tu casa. Sé que no estarás. No sé para que llamar entonces. No eras tú. Tampoco. Una señora. El radiador calienta mis piernas, tu ausencia mi cabeza. Tampoco. No. Voy a llamarte ¿te? Llamaría a casa y en casa no estás porque de estar en alguna sería en la mía. Tampoco. ¿Dónde te has metido?. Nada. 19.29. Suena el maldito reloj.19.30. Cuando llegues te voy a preparar un café calentito y calentaré tu naricilla. Odio a tus profesores. ¿Eres tú? ¿Eres? No, de nuevo tus pies y tus pantalones pero no tu abrigo. ¿Y si no fueran las 19.31? y ¿si el tiempo se hubiera parado?. Llevo intentando parar uno de esos relojes días y no lo consigo, ¿alguien me presta una cinta para atar el tiempo? Suena el ascensor pero no eres. ¿Cuándo aparecerás por esa maldita esquina? La voy a coger manía, de hecho ya no es "esa esquina" a partir de las 19.32 será La Maldita Esquina. ¿Y si me siento y estudio? No sería mala idea, no. Pero en idea se quedará. ¿Vendrás? "Y tú, que me haces tanto daño con tu ausencia" Otra vez la estúpida intención de llamar a tu casa.¿Sabrán algo más que yo? No creo. Estarás cansadito. Aún estoy sola. Echo cuentas. Tenías clase de 16 a 17.30 y después presentación. Tendrías que haber terminado ya. Ocho menos cuarto. Voy a llamar. Tu hermana. Nada. Que estarás en la facultad. Bueno la última vez que miro por la ventana. No eras tú.
Por fin llegó y la espera valió la pena y la alegría.

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